lunes, 28 de marzo de 2016

Cinco semanas en globo ( Julio Verne )

Trata sobre un doctor, llamado Fergusson. Este emprendió una expedición por el continente africano junto con su criado Joe y su amigo Kennedy. Este último le intenta convencer para que no haga el viaje a ese continente en un globo hinchado con hidrógeno. El globo "Victoria" que era así como lo llamaban llevaba incorporado un dispositivo que le permitía subir o bajar sin perder gas y sin necesidad de buscar las corrientes de aire. La aventura partía desde Zanzíbar donde le recibió el cónsul inglés y donde los fanáticos islenios intentaron sabotear el inicio del viaje. Justo el principio Kennedy empieza a tener fiebres y el doctor lo soluciona elevando el globo por encima de las nubes. Al llegar a Kazeh el doctor es cunducido al palacio del sultán para curarlo. A su regreso al globo le persigue una gran multitud de gente e incluso inician el ascenso con el hechicero de la tribu agarrado al ancla del "Victoria". Quisieron descender en las montañas de Luna y engancharon el ancla en los colmillos de un elefante que les remolcó durante un largo tiempo hasta que Kennedy lo mató. Durante los siguientes días descubrieron la fuente del Nilo o los montes Auriferos entre otros lugares. Rescataron a un misionero aunque este al final murió. Se habían quedado sin provisiones de agua y empezaron a seguir una nube. Tal mal era su estado que llegaron a ver un globo como el "Victoria" ( era un espejismo ) los componentes de la expedición sedientos y agotados y aunque bajaron a un oasis este estaba agotado el soplete del globo se apagó por falta de agua, pero por suerte un fuerte viento le lleva hasta las proximidades un oasis donde pueden beber y comer. Cuando llegaron al lago Chad fueron atacados por una bandada de pájaros quebrantahuesos que consiguieron romper la tela del globo. Esto les obligó a bajar a tierra. Joe se perdió cuando bajó a explorar la zona, aunque consiguió volver al globo después de ser atacado por unos jinetes. Al llegar al río Níger tienen problemas con su globo y con la tribu de los Talibas. Consiguieron atravesar las cataratas Gouina donde se encontraban los soldados franceses quienes les ayudaron a salir de río Senegal mientras la aeronave se perdía en las aguas. El ejercito francés levantó acta de su llegada a las cataratas de Gomina, finalizando así su aventura. Pasados unos días llegaron a Sant Luis donde el gobernador les dio una recepción y partieron rumbo a Inglaterra donde tuvieron un gran recibimiento.

martes, 22 de marzo de 2016

Conejo de Pascua

Conoce el secreto escondido tras la verdadera historia del conejo de Pascua

Los niños esperan el Domingo de Resurrección con ganas, ya que saben que por la mañana podrán hallar huevos de chocolate mágicamente escondidos por un generoso conejo. Pero, ¿cómo llegamos a asociar una festividad religiosa con huevos, chocolates y un conejo? Lo cierto es que el conejo de Pascua no es una tradición cristiana, pero se fue adoptando poco a poco en el mundo, aunque con variaciones.


El verdadero origen del conejo de Pascua


El conejo de Pascua como lo conocemos hoy, es bastante diferente al original. Existen varias leyendas que hablan del origen o las tradiciones que nos llevaron a festejar el Domingo de Resurrección con un animal incapaz de poner huevos. 
Se cree que el conejo de Pascua viene de una tradición alemana del siglo XIII, cuando el cristianismo aún no llegaba a la zona. El conejo estaba asociado con la fertilidad y nueva vida, por lo que personalizaba el renacer tras el fin del invierno y comienzo de primavera.
Cuando el catolicismo se convirtió en la religión dominante en Alemania, ya en el siglo XV, el pagano conejo se mezcló con la festividad religiosa y, como el inicio de primavera y Semana Santa suelen ser en fechas cercanas, el conejo pasó a conocerse como «el conejo de Pascua».
Sobre los huevos, se cree que se añadieron a la tradición representando el fin del ayuno y restricciones de Cuaresma.



En un principio eran huevos pintados a mano que los niños se regalaban entre ellos, pero al adaptar la tradición, cambiaron los huevos tradicionales por unos deliciosos de chocolate y el conejo, ya símbolo de la festividad, se convirtió en el encargado de repartirlos.


Celebración del Domingo de Pascua en el mundo


Cada país fue creando sus propias tradiciones para el Domingo de Resurrección. En algunos los pequeños reciben huevos de chocolate, en otros se realizan búsquedas masivas, festivales o celebraciones de lo más extrañas. Las más interesantes son...
  • Suecia: La Pascua en Suecia es de lo más divertida. Los niños se disfrazan de brujas de Pascua y van de casa en casa cambiando dibujos por dulces. Además se consumen diferentes guisos tradicionales con huevo.
  • Haití: Este país centroamericano celebra la Pascua mezclando aspectos de la tradición cristiana con el vudú, lo que da paso a momentos muy interesantes. Hay cantos especiales, música con instrumentos propios y peregrinajes a puntos sagrados.
  • Haux, Francia: Una de las tradiciones más espectaculares es la que se da en el pueblo de Haux en Francia, ya que se hace una omelette gigante utilizando 4500 huevos.
  • Hungría: En este país europeo, los niños y jóvenes mojan a las niñas y adolescentes con agua perfumada o perfume. Si hay interés en una chica, se puede rociarla con perfume y luego pedir un beso.
  • Brasil: Los brasileños hacen todo en grande, y el domingo de Pascua hacen celebraciones masivas, llevan plantas medicinales para que sean bendecidas en las iglesias y, hay tremendos banquetes. Se incluyen huevos de chocolate y tortas de Pascua.

  • Estados Unidos: Se realizan búsquedas de huevos de Pascua en las que participan varios niños, la más importante es la de la Casa Blanca. Los pequeños no solo reciben chocolates, sino que también cestas con regalos.
¿Y tú cómo celebras el Domingo de Pascua?

La torrija

La torrija, un postre con raíces humildes


Las primeras referencias históricas a la torrija (o torreja) se remontan al siglo XV. Al parecer, ya en aquel momento se utilizaba este alimento para ayudar a las mujeres recién paridas a recuperar sus fuerzas tras el alumbramiento. Ciertamente se trata de un plato con una gran capacidad para saciar el hambre y aportar energía. Tal vez por eso se ha asociado habitualmente a las torrijas con periodos de abstinencia de determinados alimentos, como siempre se ha considerado a la Cuaresma en la cultura católica. Actualmente, ese concepto está superado, y la torrija se ha convertido, sencillamente, en un dulce más, tradicionalmente elaborado en las fechas próximas a la Semana Santa, aunque en muchos lugares se prepara durante todo el año.
Las torrijas también se han consumido en épocas de estrecheces económicas, en las que se necesitaba un alimento completo y barato que, además, permitiera aprovechar ingredientes que habían sobrado en la cocina y que muchas familias no podían permitirse el lujo de desperdiciar, tirándolos a la basura. De hecho, el pan idóneo para elaborar este dulce debe ser algo duro, de dos o tres días, para que, al mojarlo en leche, la rebanada no se deshaga. A veces se usaba algún sobrante de leche y se reutilizaba el aceite de freír. Para endulzar, bastaba un poco de azúcar, vino o incluso miel, que en ocasiones se mezclaba con agua para obtener una mayor cantidad de almíbar.





Para todos los gustos

La torrija clásica es, precisamente, la que se baña en leche hervida con canela y limón, antes de rebozarla en huevo y freírla en aceite de oliva. Hay quienes, después de pasarla por la sartén, la bañan en miel o la espolvorean con azúcar. La otra receta más utilizada es la que sustituye la leche por el vino dulce. Pero, a partir de ahí, el enorme éxito de este postre ha hecho que muchos reposteros hayan optado por innovar y ofrecer algunas variantes muy interesantes, como la torrija rellena de crema, la de té verde o la bañada en chocolate. En algunos restaurantes las sirven con nata y fresas, y hay quien se ha atrevido a hacer torrijas saladas, con queso, pimientos y anchoas, abandonando el campo de los postres para convertirlas en un plato totalmente distinto